Con menos de cuatro años, la Asociación Boliviana de Santa Inés y Dorper (Absid), se ha convertido en un verdadero promotor de la mejora genética y de la producción comercial de ovinos en el país, despertando el interés regional sobre esta actividad productiva que se abre un espacio interesante en el mercado nacional.
La asociación nació en 2019, a iniciativa de cinco cabañas de producción de corderos, bajo la premisa de mejorar la genética, la implementación de nuevos modelos de producción e incentivar la incursión en el rubro de nuevas estancias para ampliar la oferta.
En este corto tiempo, se ha logrado dar pasos importantes en todos los objetivos trazados, es así que ya son alrededor de una veintena las cabañas que conforman Absid de manera activa.
La asociación promueve un modelo participativo y a la vez colaborativo entre sus socios, lo cual ha permitido tener como una constante la capacitación en diversos aspectos propios de la actividad productiva de ovinos, además de alcanzar mejoras sustanciales en cuanto a la calidad genética de los animales, como en la cantidad de los mismos.
Luis Enrique Jiménez, presidente de Absid, explicó que no solo se ha crecido en estos pocos años en cantidad de cabañas, sino que también se expandió las zonas donde se producen corderos, siendo las más importantes la sur y norte del departamento.
“Como asociación se ha dado énfasis en facilitar capacitación a los asociados trayendo expertos tanto se la raza Santa Inés como Dorper, de Perú, Brasil, Paraguay y Colombia, lo que ha permitido avanzar en el manejo de las cabañas, como en la calidad genética de los animales”, expresó Jiménez, al detallar como uno de los logros la adquisición de un ecógrafo entre otras mejoras.
El trabajo de la Absid, es refrendado por los socios que destacan además, los días de campo que se organizan en las cabañas para que el resto de los asociados conozcan cómo se están manejando y desde el intercambio de experiencias, hagan sugerencias para mejorar este aspecto o recojan insumos para aplicarlos.
El último día de campo se realizó en la cabaña El Arroyo, ubicada en el municipio de Santa Rosa de Sara, donde los propietarios recibieron además de los miembros de la asociación a gente interesada en este rubro.
“Para nosotros es muy importante tener a otros productores de ovinos en nuestra cabaña, porque esto nos permite identificar nuestras debilidades y aplicar las sugerencias que nos lleven a mejorar. Este intercambio de experiencias es enriquecedor, tanto para los anfitriones como para los visitantes”, sostuvo María Evelin Cruz Reque, propietaria de la Cabaña El arroyo.
Ernesto Serrano, propietario de la Cabaña Oro Negro, destacó de este día de campo, el compromiso que tienen en El Arroyo con el mejoramiento genético, pero además, en ingresar en la elaboración de derivados de la carne de cordero con productos de calidad, como las hamburguesas que favorecen el consumo masivo.
